No tenemos siquiera que imaginar un mundo sin gravedad porque en nuestro planeta ese lugar existe; se trata de los océanos, esa vasta esfera donde las especies evolucionan con su gracia propia, inmersas en un territorio de casi ilimitadas especies y posibilidades; porque sólo hasta ahora, el hombre apenas empieza a comprender su importancia y su historia.
Esta película del director francés, Jacques Perrin, permite sumergirnos con total libertad en la profundidad de los mares, tratando al espectador como si se tratara de un buzo profesional, capaz de observar y descubrir colores, sensaciones, sonidos y los más diversos seres subacuáticos, hasta el más mínimo detalle, logrando generar una profundidad e intimidad de conexión del público con lo marino. A su vez, la óptica de algunos de los animales es mostrada desde adentro del océano, así como lo que posterior o previamente sucede en la superficie o en lo terrestre.
‘Océanos’ invita a reflexionar sobre esa voracidad del hombre por descubrir nuevos universos, cuando ni siquiera ha terminado de conocer por completo el que le corresponde y que es suyo, la Tierra. También lleva a pensar sobre la magia y lo maravilloso del mundo marino, una zona desconocida para muchos, quienes prefiriéndolo o no, siguen inmersos en ciudades muertas, que se llenan de asfalto y contaminación.
El hombre “civilizado” parece estar trasladando sus costumbres hacia los mares; aguas que se llenan continuamente de los desperdicios, generando daños irreversibles, por culpa de los recientes derrames de petróleo, evidencian la preocupante situación de la naturaleza de nuestro planeta. Todos podemos empezar a tomar conciencia y aprender a cuidar y luchar por nuestra ‘casa’, de otra manera, ¿qué mundo le dejaremos a las futuras generaciones?
Escrito para la revista 'Bioma'.
Escrito para la revista 'Bioma'.
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