domingo, 1 de agosto de 2010

Xilitla, surrealismo hecho arquitectura

“El estado de ánimo de la obra puede profundizarse y transfigurar el estado de ánimo del espectador” Kandinsky, De lo espiritual en el arte.
Imaginarse un lugar que en su estructura represente las características intrínsecas de un movimiento artístico tan complejo como el surrealismo, que en este caso se encuentre claramente alejado de lo pictórico, para irrumpir en un plano vivencial del hombre, sólo es factible vislumbrarlo si pudiéramos imaginarnos sumergiendo dentro de algún cuadro de Dalí, Magritte, Escher, entre otros; observando alguna delirante película de Luis Buñuel, o en lo concreto, visitando ‘Las Pozas’ en Xilitla, un sitio enigmático, ubicado en medio de la selva mexicana.
El creador de esta ‘obra’ arquitectónica fue Edward James, amigo cercano de varios pintores surrealistas de la época, y que luego de su llegada a México en 1950, y a través del concreto y la escultura, construye y da vida a este magnético jardín en medio de la naturaleza, donde se termina plasmando y fusionando lo onírico con lo tangible del salvaje hábitat.
En Las Pozas hay restaurante y estadía, donde es preferible pagar alguna cabaña en lugar del camping, ya que la temperatura baja drásticamente de noche y porque toda esa arquitectura, fusionada con la selva y sin iluminación, se convierte de noche en un sitio un poco terrorífico para recorrer, bien parecido al camino de la Comunidad del Anillo mientras se dirige hacia Mordor.
Bien vale la pena tomar el riesgo y adentrarse en la jungla de Xilitla, para recorrerla sin ningún tipo de preparación ni dirección previa, sólo guiándose bajo la intuición y hacia donde la curiosidad del camino vaya llevando cada paso. Es así que Las Pozas sigue en espera de nuevos viajeros para ser redescubierta, cada vez de manera única, bajo la premisa del subjetivismo de interpretación que cada quien le dé al lugar y a su experiencia interna.
Las construcciones más destacadas en Las Pozas son:
-Pasillo de las Siete Serpientes: simbolizan los siete pecados capitales que el hombre debe vencer.
-Las manos: cuya finalidad es proporcionar paz al viajero que emprende este recorrido con el corazón puro y las manos limpias de pecado.
-Ojo Divino: significa que el Creador va a observar el camino que nosotros elijamos.
-La casa de los tres pisos, que pudieron haber sido cinco, tiene desniveles y áreas que son sólo huecos por donde penetra la vegetación y se pueden escuchar los sonidos de la selva.
-La flor de bromelia que semeja a la flor de loto de numerosos ritos de iniciación, en donde el hombre se transforma en flor, al haber alcanzado la paz por medio de la verdad.
-El palacio de bambú: lugar donde James pretendía vivir sin paredes.
-La tina de baño en forma de ojo: fue diseñado para que Edward pudiera bañarse en el agua tibia del iris, mientras veía nadar a los peces en el resto del ojo.
-La columna del estegosaurio: un conjunto de picos que surgen de una columna de concreto que penetra la jungla, como si perteneciera a animales prehistóricos.
-Las puertas de san Pedro y san Pablo, custodiadas por un par de estructuras que simbolizan navajas que controlan el acceso al paraíso.
-Escalera al cielo: consta de dos escaleras de caracol que se enroscan proyectándose hacia el infinito por donde se suponía en un lado subían los pobres y por el otro los ricos para al final ambos llegar al mismo punto.
Estando ahí recordé sobre todo el cuadro ‘Relatividad’ de Escher y una escena de la película Laberinto, protagonizada por David Bowie y Jennifer Connelly, donde también se juega con la gravedad y aparecen escaleras sin sentido, que parecieran no conducir hacia ningún lado:
En honor a Claudio, q.e.p.d.