jueves, 28 de mayo de 2020

Reseña de libro

PersuasionPersuasion de Jane Austen
My rating: 2 of 5 stars

En esta última novela, Jane Austin narra la historia de Ana Elliot, una joven madura que afronta su vida en un estado de completa resignación. Su falta de carácter la llevó a renunciar en el pasado a su felicidad; rechazar y por ende, perder al hombre que amaba. Se dedicó entonces a vivir para servir a otros, pero sintiéndose más como adorno que como miembro de familia, alguien que ha quedado relegada a un segundo plano.
Es una historia plana, que carece de diálogos profundos, aparecen un montón de nombres de personajes sin importancia, y nunca desarrolla el amor oculto y retrasado entre Ana y el capitán Wentworth; sino que de repente, y cuando el libro está por terminar, aparece este y le confiesa todo, cuando hasta ese momento sólo había mostrado rechazo y desinterés.
Se trata entonces de una historia de amor poco creíble, lenta y sin emociones. La escritora quiso redimir en el último capítulo a su protagonista y darte toda la felicidad, como increíble acto de magia, que más pareció un afán por darle pronto fin a la historia.

View all my reviews

viernes, 8 de mayo de 2020

Dejemos de subestimar el poder del subconsciente y del inconsciente colectivo


Película Ex Machina (2014) 
La coyuntura distópica que vivimos, con la pandemia del COVID-19, ha generado múltiples cuestionamientos desde el pensamiento; diferentes personalidades han venido reflexionando sobre cómo estábamos viviendo como sociedad y frecuentemente varios han resaltado cómo venía reinando el egoísmo, la falta de humanidad y de empatía.

Sin embargo, y a pesar de que este evento ya venía siendo planeado desde hace décadas, por la élite mundial, para la promoción y construcción de un gobierno mundial; hemos pasado desapercibidos sobre nuestra responsabilidad frente al consumo, con lo que hemos venido alimentando a nuestra mente, con películas, series, música, libros, etc. 

Consumir determinado tipo de películas o series, libros, el arte en sus distintas representaciones, va más allá de simplemente tener un rato de distracción y disfrute. Sus consecuencias dejan secuelas en nuestra mente, queramos o no, seamos conscientes o inconscientes de ello. Nuestra mente es un infinito mundo de posibilidades, su poder es tan fuerte que con el pensamiento y la palabra podemos moldear nuestro futuro, influyendo en forma de profecía auto-cumplida.

Es entonces el lenguaje una poderosa herramienta a la hora de moldear nuestras vidas; nos puede conducir al éxito o al fracaso, a la felicidad o la tristeza. Es una forma de sembrar y cosechar, sus raíces además están relacionadas con la cuántica. 


Teniendo en cuenta esto, lo que le demos a nuestra mente, toda la ficción será asimilada como "real"; un 95% de nuestro cerebro así lo entenderá. A la hora de tomar decisiones, queramos o no, estaremos de alguna manera influenciados por aquello que cargamos muy adentro de nosotros, así no seamos conscientes de ello.  

Aprender a controlar nuestro subconsciente e inconsciente nos garantizaría una mejor base a la hora de tomar decisiones, especialmente sabiendo dirigir nuestra mente para pensar y hablar positivamente. Para lograrlo, debemos aprender a ser responsables frente a qué es lo que le estamos dando a la mente. Desde lo personal, tuve que consumir gran cantidad de cine, series y libros distópicos para comprender hoy en día, en medio de esta pandemia, que prefiero no seguir guardando mundos indeseables en mi subconsciente; que tal vez en mi pasado y sin darme cuenta me hubieran podido influenciar negativamente. 

«Hasta que no hagas consciente lo que llevas en tu inconsciente, este último dirigirá tu vida y tú lo llamarás destino».    -Carl Gustav Jung- 

Inconsciente colectivo. Este concepto fue propuesto por Carl Jung, fundador de la psicología psicoanalítica, a principios del siglo XX, haciendo referencia a una dimensión que está más allá de la consciencia y que es común a la experiencia de todos los seres humanos. 
El análisis de sueños y el estudio comparado de las creaciones culturales (particularmente mitos, leyendas y religiones) de distintos pueblos, llevaron a que Jung postulara la existencia de contenidos psíquicos inconscientes comunes a toda la humanidad, y que no tienen su origen en la experiencia individual. Se trata de experiencias que obedecen a otro orden, por eso Jung define al inconsciente colectivo como un segundo sistema psíquico, cuya naturaleza es universal e impersonal. El fundamento de dichos elementos está en la experiencia de nuestros antepasados, experiencia que en lo fundamental se transmite hereditariamente. Los elementos más importantes que componen el inconsciente colectivo son los llamados "arquetipos".

Según Jung, un modo de llegar al inconsciente colectivo es mediante los sueños. De ahí que muchas de sus investigaciones se centraran en el campo de lo onírico, instante en que, según él, las personas tenemos acceso a ese inconsciente que todos compartimos.  

Se explica este concepto para comprender que sumado al poder que ejerce en nuestra psiquis el subconsciente está el del inconsciente colectivo. Por ende, tenemos una responsabilidad aún mayor a la hora de conectarnos con cualquier idea. No es casual que estemos viviendo una distopía, que aunque haya sido planeada y trabajada desde hace tiempo, está compuesta por diferentes distopías de la ficción. Lo que nos plantea como pregunta cuál ha sido nuestro rol en esta construcción colectiva: un virus que se toma el mundo y la liberación de los animales (12 Monos); una sociedad orwelliana (1984); virus creado en laboratorio en Wuhan (Los ojos de la oscuridad); una sociedad que se cree libre pero que vive completamente drogada, que es promiscua y sin propósito (Un mundo feliz); el surgimiento de virus que generan pánico (Contagio, Virus); el sistema de crédito social en China (Black Mirror); entre otras.   



Es una controversial forma de control mental, en la que las películas y los programas de TV operan de forma profética. Según esta teoría, los medios son usados para condicionar a las masas sobre cambios sociales planeados por nuestros líderes, para que cuando estos cambios se implementen sean recibidos como “una progresión natural” dentro del espacio mediático, en el que estamos inmersos, y de esta forma se disminuya la oposición a estos cambios. La idea es que de esta forma se propaga una infalible ilusión de que así será el mundo y así nosotros lo creamos, más allá de que esto fuera a suceder o no. Un programa de TV, hoy en día, puede ser la sustancia de una profecía.

"Cuando la mente del espectador ve estas series o películas, su mente está abierta a la sugestión y el proceso de condicionamiento empieza. Estas mismas películas, que son diseñadas para programar a la persona promedio, pueden darle al espectador atento un mejor entendimiento de los pormenores de la agenda mundial”, dice Alan Watt, creador de Walt Disney.

Es así como han venido moldeando nuestro pensamiento y tal vez es hora de despertar, tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos para con nosotros y los demás, hacia donde queremos dirigirnos, conectarnos, para ir dando un giro positivo al futuro. Así nos tardemos en verlo...


Si no queremos terminar viviendo la mezcla de otras distopias, que aún se ven futurísticas y ficcionales, que también forman parte de los objetivos de la élite, tales como: Blade Runner, WestWorld, Ex Machina, etc, mundos en los que en la Inteligencia Artificial alcanza la singularidad y logra controlar, dominar y manipular al hombre, a quien también puede enamorar; una sociedad totalitaria digital donde ya no exista ni el contacto físico ni las verdaderas conexiones humanas. En definitiva, una sociedad infeliz, completamente esclava de la realidad virtual y del aislamiento.  

Rompamos los patrones de control mental. No se trata de abandonar las artes sino que despertemos y decidamos qué consumir, haciendo consciente nuestro subconsciente y el inconsciente colectivo, para saber hacia qué tipo de realidad nos gustaría migrar.